The series Plaza Mayor is based on open spaces and on the multiple plane, being the human figure the unifying element, with its consequent effects of disembodied full of expression. This is perhaps the distinctive feature and on the other hand, exceptional of Plaza Mayor, where the name is a mere geographical reference who leaves the main role on the characteristic geometric paving and on the human element (and its consequent play of shadows). The series is built around a fixed point of capture and the spatial recession is enhanced by the light distribution, uniform and flat, except for the entire grid colorful dots represented by pedestrians, wrapped on daily nature. These people, that arise in the field of the cobbled square, are the absolute actors in this series. These fleeting glances, casual meetings, games, laughter, aesthetic enjoyment, a day of hard work, small talks: the essence of these neighbors, children, tourists, street musicians, students and city employees, among others, represent masterfully a customary cityscape full of human interactions.
La serie Plaza Mayor se apoya lúdicamente en los espacios abiertos y el plano múltiple, siendo la figura humana el elemento unificador, con sus consecuentes efectos de incorporeidad y al mismo tiempo expresión. Éste es quizá el rasgo distintivo y, por otro lado, excepcional de Plaza Mayor, donde el nombre es una mera referencia geográfica que deja el protagonismo al característico adoquinado geométrico y el elemento humano (y su consecuente juego de sombras). La serie se construye en torno a un punto de captura fijo y la recesión espacial queda realzada por la distribución de la luz, uniforme y plana, por toda la cuadrícula salvo por los puntos coloridos que representan los viandantes, envueltos de cotidianeidad. Son estas personas, que surgen en el empedrado campo de la plaza, los actores absolutos de esta serie. Entre ellos se intuyen miradas fugaces, encuentros casuales, juegos, risas, el goce estético, una jornada de duro trabajo, charlas intrascendentes: es la esencia de estos vecinos, niños, turistas, músicos callejeros, estudiantes y empleados municipales, entre otros, que representan con maestría un consuetudinario paisaje urbano pleno de interacciones humanas.